martes, 27 de abril de 2010

Desarrollo de la arquitectura Colonial

La civilización colonial se edifica sobre las ruinas de los pueblos indígenas, mientras la situación del arte en la península Ibérica es de búsqueda de nuevas formas. Los ejemplos de arquitectura gótica en Latinoamérica son escasos, y ya muestran influencias del renacimiento del siglo XVI. En México, las iglesias son del tipo fortificado, de una nave y cabecera poligonal, bóvedas de crucería o cañón, y una gran sobriedad. Los atrios poseen “capillas para indios”.

El renacimiento se instaura en la arquitectura colonial, a finales del siglo XVI. Produciendo en México, ejemplos influenciados por el mudéjar toledano. El barroco, tiene más importancia en la arquitectura colonial que en la península Ibérica, y es esencialmente decorativo. México y Perú son los dos grandes focos del barroco hispanoamericano. El barroco mexicano maneja materiales como la piedra de distintos colores y el yeso, para crear policromías exuberantes en los templos, tanto en el interior como en el exterior. La cúpula adquiere relevancia, y se construye elevada sobre un tambor. La arquitectura colonial del siglo XVII, es la de los conventos y monasterios, construidos según el esquema hispánico, nave única y fachada lateral paralela a la calle.


En Perú, la arquitectura colonial se diferencia según las regiones, la andina y la litoral, y también por los materiales y el clima. Se emplean materiales ligeros como el adobe, el ladrillo. Las bóvedas y cúpulas son de quincha. Esto en el litoral. Pero en la zona andina, se emplea la piedra.

Es también decorativo. La arquitectura colonial neoclásica es una escuela que se arraigó con fuerza en toda Latinoamérica. El neoclásico supone un retorno a los modelos clásicos y la antigüedad greco-latina

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